A veces extraño esas madrugadas que eran de poesía,
depresión, melancolía,
ese sentir que te hace vivir un éxtasis y cuando termina
te sientes completamente vacía.
He dejado de sentir de más,
por aquellas consecuencias de la vida,
¡me aterra!
el miedo que siento cuando
pierdo la cordura,
cuando me pierdo y ese palpitar me inunda,
vaya, nunca vuelves por completo.