El día que desapareciste
vi mi vida extendiéndose
entre llanuras, entre 150 000 kilómetros
que aún no puedo ver por completo,
vi un cielo más extenso, claro,
con unas nubes blancas y voluminosas,
a veces con lluvia,
pero sin quitarle lo majestuoso,
el día que mi mente decidió aparcarte en una colina,
regreso mi vida simple,
interesante, a veces introvertida,
sin planes, todo con decisiones
intrépidas y espontáneas,
reí por sentirme más que viva,
lloré porque solo yo me tenía,
mi amor por mí,
mis instantes,
mi tiempo,
mi suerte volvió,
mi buena vibra,
mi decisión de ocuparme de mí misma.