miércoles, 7 de septiembre de 2016

kamikaze

Y ahí, entre 
escombros de melancolía ,
entre la fe debastada porque fueras una persona
menos agresiva,
con mi poesía marchita;
ya nada me quedaba,
me había olvidado de mí misma,
me había perdido en 
la decisión 
de hacerte y verte feliz,
dedicándote una canción cada día,
acabando mis argumentos de porque te quería,
de los que siempre dudaste 
y nada te satisfacía,
me perdí,
no sabía ya quien era,
todo era usado en mi contra,
fuese bueno, fuese malo,
todo todo era de tu desagrado;
solo… cerraba los ojos y quería estallar
por dentro como kamikaze;
no fue necesario
el día menos pensado
me detonaste en pedacitos
sin piedad.