Subió la tarifa de mi sueño desde que no te veo,
me escribes;
me preguntas, ¿cómo me va?
te contesto; muy bien,
a ti ¿como te va?
no tengo que notarme como que me derrumbo,
con la cabeza de frente,
con un buen porte,
con las lágrimas secas desde que me abandonaste.
Nunca me ha gustado que me vean llorando,
¿por qué ahora tu vas a verme sufriendo?
cosquillas aun siento si te pienso...
desconcierto si te recuerdo.
No se que rayos pasaría si te apareces
de frente de nuevo en mi vida.
No me has llamado,
no he escuchado tu timbre de voz,
escucho Vivaldi,
ayer llovió;
tal vez este enferma
por este amor,
cafeína,
tabaco,
alcohol.
Ya no llores,
si quieres lloro por los dos;
pero no quiero que seas tu él que muere de depresión,
ya no estés triste te van a preguntar que pasó,
no quiero que te afecte más este asunto,
prefiero ser yo la que sufre
mientras no seas tu.
Y fui a buscarte a tu casa...
no se que demonios pensaba,
camine una hora,
llore dos horas antes,
mis puños cerrados,
mi corazón destrozado,
toque la puerta veces consecutivas,
no saliste,
no estabas,
quería una explicación,
un porqué,
una razón,
de tu adiós.
una de la mañana;
desperté en sí.
Aún no me hago de la idea que ya no vas a estar aquí,
entre mi depresión que me desgasta,
mi locura que ya no es mi poesía sino mi ruptura,
perderé mi rumbo no se hasta cuando,
amare tu nombre no se hasta cuando,
¿haré cosas estúpidas?
no se hasta cuando,
esta bien,
no vuelvo a buscarte.
Desaparecen mis virtudes,
desaparecen mis detalles,
¿se acaba el cariño?
se inunda mi cabeza de dudas;
¿mi dulzura se termina?
la palabra perfecto queda muy lejos de nosotros.
¿voy a simular
así como si no pasara nada?
no seas cruel;
no le des tantas vueltas.
Maldito frío de una mañana de mayo,
estoy a menos de un metro de tu lado,
solo cierras los ojos y parece que me ignoras.
La cortina golpea una parte de mi rostro,
¿insomnio?
la cabeza me da vueltas,
un silencio incomodo,
del que deseo escapar,
los segundos son eternos,
mis labios están secos,
mi corazón esta quieto.