¿por qué piensas por mi?
¿por qué hablas por mi?
¿por qué dices que nunca te quise?
¿por qué aseguras tanto?
¡desprecio!
tu forma de pensar,
lo seguro que crees estar,
cúspide de azúcar o de sal,
¿quién soy yo para no fallar?
denota tu tormento,
escondo mis sentimientos,
me dispongo a actuar,
crudeza con la que no me suelo identificar.
Quitémosle lo increíble a nuestra relación,
el masoquismo y la pretensión;
censura lo imborrable,
distrae mi ilusión,
el derrumbe ya paso,
felón;
entre en crisis
cuando me dijiste,
que habías olvidado
¿Qué paso?
desquicias mi estabilidad,
misógino confundido,
clandestino de mi amor.
cambiar ese día inconcluso
esa madrugada sin terminar,
¿a que sabe el fracaso?
acompañado de nada,
¿a que sabe el olvido?
con una copa de licor
acompañado de nadie,
¿a que sabe tu comida por la tarde?
sin nadie,
¿disfrutas de tu vacío?
¿ó te da miedo estar solo?.
amantes y demás,
llegando a querer llegar ¿a que?
¿a quedarse solo?
¿sin culpas?
¿con la conciencia tranquila?
un sin fin de lamentos,
se quedo sin discurso,
que convenciera; sin seducir más,
flechado sin ser correspondido,
como se ha quedado ella sin habérselo dicho.
¿Somos parte de una coincidencia?
¿o de una tragedia a larga distancia?
me desconectas de este mundo,
tratas de convencerme de un nuevo futuro,
te divierte quererme,
trato de entenderte,
apuesto lo que tengo,
olvido lo real y lo convierto en un sueño,
con un final prometedor,
que suele empezar
pero no veo expiración.
Era viento frío que congelaba mis manos,
en algún día de la semana,
un beso sabor a whisky,
que me recordó porque no me quedé con vos,
fue el hablarme bonito,
que hizo que me alejara despacito
porque así lo quiero;
y no es a ti a quien quiero,
no es cuestión de cambiar el destino,
no es una situación de asegurar mi futuro,
es solo que no quiero ver una película contigo.