Piel perfecta,
labios voluminosos,
ternura que solo yo puedo ver,
no me llames,
sé que no lo harás.
Juro que mi sombra te perseguirá
hasta el final de mis días,
te prometo no se te olvida mi nombre,
y si quieres ir a tomar el café...
tendrás que ir solo
porque ya no me apetece apostar.