jueves, 5 de junio de 2014

Voz de Galicia

Me debes un año de tardes amenas,
un sin fin de sonrisas,
me debes suspiros,
te extraño,
aunque suene raro,
te quiero aunque quizá no sientas los mismo,
de ti me acuerdo cuando paso por aquel café,
muero por volver a sentirte,
por poder abrazarte,
me muero porque no regresarás 
a está ciudad.