Al hombre de mi vida:
sé que no es muy expresivo,
pero
siempre me ha apoyado,
en mi bienestar,
en mi carrera profesional,
en mis locuras,
siempre está ahí;
y sé que si le marco
y le pido que venga,
vendría por mí
hasta dónde estuviera,
no importarían las horas,
el viaje, no importaría nada.
Me ha enseñado a trabajar,
a estudiar todo lo que pueda,
me ha enseñado que todos tenemos defectos,
que todos tenemos un lado fuerte y sensible.
Me ha enseñado que los sueños se cumplen,
me ha demostrado que se puede volar;
que todos podemos caer,
pero no cualquiera puede levantarse, despegar
y superar todo tipo de turbulencias,
me ha demostrado que no a cualquier sujeto se le puede llamar
orgullosamente papá.
