martes, 10 de enero de 2017

Serpiente de Piedra

Cuantas veces amé aquí la vida,
la vida mía que retumbaba y vibraba de incertidumbre e ironía, 
cuantas veces lloré por amar tanto, porqué me sentía más que viva, 
pérfidamente enamorada, 
perdidamente ilusionada;
cuantas veces sentí que moría,
tan lento, dolorosamente lento,
¡letanía!
no sabía como irme,
no sabía como salvarme,
era absurdo,
yo queriéndote tanto,
destruyéndome por dentro,
maldita necia,
me aferré a amarte 
a toda costa,
que acabe con mi irreverencia.