Madrugada me matas,
me haces recordar,
me estallas la cabeza,
haces que me arda la garganta.
Tengo que apagar mis emociones,
son las 4 de la mañana,
en un par de horas cuando me levanté,
me ducharé, me pondré lo que encuentre,
me cepillaré los dientes,
limpiaré mis zapatos y lentes,
caminaré lento, tratando de escuchar al viento,
a las hojas de los árboles,
a mis pasos uno tras otro, firmes;
contaré las personas que sonríen,
recapitularé como sería si volviera a verte,
contaré los pisos del edificio una y otra vez hasta que llegue,
4:54 de la mañana,
debo dormir,
para ir temprano con el doctor
y que me inyecte.
