lunes, 7 de septiembre de 2009

como fármaco mortal

Te convertiste en mi necesidad,

lo admito,

que te puedo decir;

el sentimiento por tenerte cerca,

la emoción que ocasionaste con cada una de mis emociones,

el deseo por vivir contigo el resto de mis días,

palabras con un gran significado

que se quedan en el pasado,

la conmoción por verte cada minuto, cada segundo,

la estabilidad que concebí cuando estuvimos juntos,

el panorama azul que no duro mucho,

los besos que me sabían a cielo porque

tu me los dabas,

la sinceridad que creí que era real,

la inquietud que solo tu me has podido provocar.