Escribir poesía, me hacía sentir tanto,
me ponía en perspectiva de
lo que me hacía sentir la vida.
La música, me traía paz,
me permitía poder transmitir, como sentía,
me hacía concentrarme y entrar en mi ser.
La fotografía, me cautivaba, me dejaba
ser más consciente de cada detalle,
me permitía ver las cosas con quietud.
Dejé de escribir hace como un año,
porque a veces dolía.
Dejé la música porque dejé de darme tiempo.
Dejé la fotografía porque empece a tener prisa.