viernes, 18 de marzo de 2016

Dank

Gracias “conocida”
no sabía como quitarlo de mi vida,
muy en el interior sabía que tenía que retirarme,
pero no podía.


Gracias por tu falsa amistad,
por tu falta de dignidad,
por tu incongruencia de forma de pensar,
por tus consejos inciertos,
por aprovecharte de mi confianza,
por mentirme;
por probarme que yo no hubiese podido ser capaz de traicionarlo ni de traicionarme.

Gracias,
porque ahora tú tienes sus desprecios,
tú tienes esa carga,
tú eres la que tiene que lidiar con su carácter raro bipolar,
con sus cuentas,
con su problema emocional.


Gracias,
porque apesar de que me escuchaste llorar,
algunas veces me dijiste todo irá bien,
y tenías razón, 
todo se acabo.


Gracias por demostrarme que no se puede confiar en ninguno de los dos,
son el uno para el otro,
tan afectos a manipular.


Gracias por tenerme tirria,
porque deseabas lo que tenía,
porque quisiste ser como yo;
pero no te salió,
porque yo no hubiese traicionado a una amiga,
porque yo no hubiese podido romperle el corazón.