martes, 15 de marzo de 2016

Maniático colérico

Yo te trataba de calmar,
tú gritabas más,
yo me quedaba callada,
tú ofendías con más de 10 palabras,
yo me iba para no discutir más,
tú me detenías, 
y me agredías.

Fui dependiente emocional,
al igual que tú,
te amé de más;
para mi los lapsos cortos y buenos
eran maravillosos,
que me permitían
olvidarme de todo lo demás.

Sí; me hacías llorar…
cada noche pedía,
para que fueran más buenos momentos,
que tu cólera desbordada,
que tus gritos injustificados,
que tu catálogo de groserías y ofensas,
que tu desprecio hacia mi persona;
pero tu forma de pensar de es normal,
nunca cambiará.